Febrero es un mes lleno de festividades en San Sebastián; desde Santa Águeda, pasando por caldereros, San Valentín, y acabando en carnavales, la ciudad no da tregua.

Fuente: Cadena Ser

Santa Águeda es la patrona de las mujeres y la fertilidad, a la que se le atribuyen un sinfín de poderes, como potenciar la producción agraria, cura migrañas y cefaleas, o evitar incendios y erupciones volcánicas, entre otros. Cada víspera de Santa Águeda, el 4 de febrero, los donostiarras salen a las calles ataviados del traje tradicional vasco y con sus makilas (bastones) para despertar a la tierra tras el solsticio de invierno y para recaudar fondos para una causa benéfica mientras cantan en honor a la virgen.

Tras Santa Águeda llegan los caldereros, una fiesta en la que se conmemora la llegada de los caldereros a la cuidad donostiarra anunciando el carnaval. Haciendo sonar sus martillos y sus sartenes, los Caldereros y Caldereras de la Hungría van recorriendo las calles de la ciudad el primer sábado de febrero o el sábado siguiente a la Candelaria, al son de las piezas del maestro Raimundo Sarriegui.

El domingo más cercano al día de la Candelaria se celebra la festividad de Iñude eta Artzaiak (nodrizas y pastores) en la que se recrea el galanteo que ocurría entre las nodrizas y los pastores cuando estos bajaban del monte a la ciudad. Uno de los momentos más curiosos del pasacalles ocurre cuando las nodrizas lanzan al vuelo el muñeco que portan y al cogerlo, los pastores saltan y dan un grito.

Tras estas festividades, damos paso al amor. En el día de San Valentín, el 14 de febrero, San Sebastián se llena de romanticismo. Os recomendamos distintas citas con las que disfrutar de la ciudad, como pasear por la playa de la Zurriola y acabar tomando algo en el malecón de Sagües mientras disfrutáis de la puesta de sol, pasear por el paseo de La Concha y acabar en el palacio de Miramar y disfrutar de las vistas, o hacer un recorrido histórico por los diferentes puntos del Monte Urgull y acabar el día en el Polvorín con una panorámica increíble de la ciudad.


Fuente: Donostitik

Terminamos este repaso de las fiestas tradicionales de febrero con los Carnavales y la entrega al Dios Momo, el dueño del carnaval, de las llaves de la ciudad. Durante el fin de semana las comparsas llenan la ciudad de música y color a través de sus disfraces, carrozas y coreografías que han preparado con meses de antelación. Los carnavales de San Sebastián comenzaron su andadura en 1814, y en 1900 llegaron a provocar tal recuerdo imborrable que fueron comparados con los carnavales de Venecia. Sin duda es una fiesta que no deberías perderte ni en San Sebastián ni en Tolosa, cuyos carnavales son un referente en Euskadi. Tolosa, antigua capital de Gipuzkoa, atrae todos los años a multitud de personas de todas las edades que desean ser contagiadas de la alegría de sus comparsas, charangas y cuadrillas.16

Cualquier excusa es buena para venir a San Sebastián, pero con estas fiestas mucho más, y en Hotel Avenida estaremos encantados de acogeros durante estas fiestas.